Querés vender más. Pero, cuando hablás sobre tus productos, ¿estás segura que decís todo lo que ofrecés?
Este fin de semana mi marido se reía de mí al escucharme hablar sobre lo maravilloso que me parecía el botón de arranque que tienen los vehículos de ahora. «¡Cómo te vas a fijar en eso para comprarte un auto!» me dijo.
Si bien reconozco que es muy probable que no decida la compra de algo tan caro por esa ventaja tan mínima, admito que le da muchos puntos a mi decisión.
De esta forma miles de personas toman decisiones poco racionales para decidir una compra todos los días. Los productos o servicios que vos estás ofreciendo no son la excepción. Por eso ¿estás segura de estar diciendo todo lo que ofrecés?
¿Qué decir para vender más?
Aquí te presento tres conceptos que aprendí de Rosa Morel (una española especialista en Copywriting) a tener en cuenta en el momento de hablar o escribir sobre nuestros productos o servicios y así vender más.
1. Describir las características
Describir las características de nuestro producto suele ser lo más sencillo. Aquí hablamos de la forma, el color, las medidas, peso, detalles. Si es un servicio hablamos específicamente sobre todo lo que incluye. En ambos casos el lenguaje es bastante técnico. Por ejemplo, en el caso del vehículo de mis sueños, la característica que a mí me atrae es el «botón de arranque.»
Citar las características sirve para dar detalles concretos sobre lo que estamos ofreciendo. Esto es algo muy útil e imprescindible, pero no puede quedarse ahí. Es mejor que también mencionemos las ventajas si queremos vender más.
2. Mencionar las ventajas
Cuando hablamos de ventajas generalmente lo hacemos con una comparación. Esto no necesariamente es con un producto de la competencia, también puede ser con otra versión del mismo, o con algo completamente diferente que satisface la misma necesidad.
Siguiendo con el ejemplo del botón de arranque, la ventaja podría ser que otorga mayor seguridad que una llave común (ni idea si es así realmente, es sólo un ejemplo).
3. Hablar de los beneficios
Cuando citamos los beneficios, hablamos menos del producto en sí y nos centramos más en la persona que lo va a comprar. Debemos pensar por qué ese producto o servicio va a mejorar su calidad de vida, le va a dar estatus, va a ahorrar en tiempo y/o en dinero, va a darle tranquilidad o paz mental.
Por ejemplo: Con un vehículo con botón de arranque, no necesito sacar la llave de la cartera y por eso ya no me voy a estresar todos los días buscando las llaves. ¿Se entiende?
Estos fueron los tres puntos claves a tener en cuenta a la hora de hablar sobre nuestros productos y servicios.
Ahora, cada vez que vayas a subir un nuevo producto a tus redes sociales o estés redactando un mail o una presentación, pensá si estás cubriendo con tus textos estos tres factores. ¡Nunca se sabe cuál de ellos será el que cerrará una venta!
Pero como una imagen vale más que mil palabras, en este post te cuento cuáles son los tipos de fotografías que debes tener de tus productos para mostrarlos en internet. Con esta doble apuesta ganadora vas a potenciar tus posibilidades de cerrar una venta.