Una de las formas más efectivas que descubrí para matar a la proclastinación fue con un Planificador Mensual. Por eso, preparé para vos tres hermosos diseños para que los imprimas y te organices con eso que hace rato querés terminar. Además te cuento una experiencia de cómo uno de estos me ayudó a terminar un gran proyecto.
Estos Planificadores Mensuales los podés pegar en la heladera, en la pared de tu oficina o donde se te ocurra. Es un simple pedazo de papel con 30 cuadritos, la magia que hace es que con un sólo vistazo podés ver todo lo que tenés proyectado para el mes y evaluar qué tan cerca estás de tu meta.
Mi experiencia con un Planificador Mensual como este
Confieso que yo no acostumbro a usar esto en mi día a día (soy más bien de usar mi app favorita de productividad Things), pero lo he usado alguna vez para planificar un proyecto importante que quería terminarlo ya, en menos de un mes.
El proyecto era el desarrollo de una página web que la venía posponiendo demasiado, más que nada porque lo veía como un proyecto TAN grande que me parecía interminable.
Un buen día dije: ¡PUEDO terminarla en un mes, claro que puedo! Entonces me puse a anotar una lista de todo lo que faltaba para terminarla. Luego a cada ítem le agregué la cantidad de días (jornadas laborales) que me tomaría, y esto volqué a un planificador mensual. Al cuantificar de esa manera pude comprobar que realmente podía terminarla en ese tiempo.
Así fue que me di cuenta del poder que tiene desarmar la gran tarea en partes (una de las recomendaciones del método de productividad GTD). Un gran y pesado trabajo termina siendo varios pequeños y livianos, entonces es mucho más fácil visualizar el paso a paso y ver realmente que se puede llegar a la meta. Es una cuestión más psicológica que otra cosa, pero ¡cómo ayuda! ¿Querés saber cuál era esa web? ¡El Gran Día! La terminé el 21 de septiembre de 2014 🙂
¡Descargá e imprimí!
Descargá gratis e imprimílos en hoja A4 (mejor si es en cartulina). Tenés tres diseños para elegir:
¡Que lo aproveches!
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