Gastar el total de nuestros ingresos es uno de los peores hábitos financieros que podemos tener. Es como si todos los meses recibieras cien semillas por tu trabajo y decidas comértelas todas, en lugar de plantar al menos una, para que crezca y de frutos.
Esto es el ahorro. Algo muy lógico, en lo que todos estamos de acuerdo, pero pocos lo aplican. Sé que no es fácil, por eso te doy estos cuatro sencillos y realistas pasos para ahorrar en serio, de una buena vez.
1. Fijarte una meta
Antes que nada debés tener un por qué para ahorrar. Tu meta puede ser un viaje, cambiar el auto, comprar una casa. Esto no solo va a organizar tus ideas sino te va a motivar seguir. Pero tené en cuenta que el «ahorrar por que sí» es también una meta y muy válida.
Ahorrar para tener antes que nada un colchón financiero es, a mi criterio, la primera razón del ahorro. También podés tener más de una meta, por ejemplo: Ahorrar para tener un colchón financiero de X millones y paralelamente, ahorrar para ir de viaje a fin de año.
2. Anotar todos tus gastos
Cuando te preguntás en qué gastás tanto que no lográs ahorrar, lo primero que te viene a la cabeza son esos gastos fuertes que tenés cada mes (el alquiler de la casa, cuotas de colegio o facultad, seguros médicos o del auto…) Pero hay sólo una manera de saber realmente a dónde va todo tu dinero, y es ¡anotando todos tus gastos!
Te desafío a que anotes durante un mes entero todo, pero todo lo que gastás. Hasta el último caramelo. ¡Y no olvides esos gastos que ni cuenta te das! (intereses financieros, multas automáticas, etc.) De esta forma vas a poder detectar realmente dónde estás gastando, antes de tomar decisiones.
3. Recortar gastos y definir un presupuesto realista
Una vez que detectaste todos tus gastos, es muy probable que te sorprendan muchos de ellos. Este es el momento de decidir dónde recortarlos. Pero cuidado, sé realista y definí acciones que sean sostenibles en el tiempo. Quizás no puedas dejar gastar en combustible, pero podés comenzar a lavar el auto en casa.
Quizás no quieras dejar de salir con tus amigas, pero podés evitar pedir siempre el trago más caro de toda la carta. No es necesario que vayas a una fiesta despeinada y sin maquillaje, pero podés aprender a hacerlo vos misma. ¿Se entiende la idea? La cosa es seguir teniendo el estilo de vida que nos gusta, pero dándole la vuelta para sacarle el mayor provecho.
4. Un ahorro programado
Y ahora que llegaste a este punto de la nota, y te sentís entusiasmada, no me vengas con que vas a hacer todo eso y después vas a apartar tu ahorro mensual vos misma en una cajita cada mes. Eso ni vos te lo creés. Por eso te recomiendo que definas un ahorro programado en tu cuenta bancaria. Esto es lo que yo hago y me encanta.
Porque es la única forma que me obliga a ahorrar, me saca el dinero de la vista antes de que pase por mis manos. Claro que después tengo q ver cómo arreglármelas para sobrevivir en lo que queda del mes, pero bueno, ¡Ahí es donde luce la creatividad!
Muchos dirán «pero yo no puedo ahorrar, tengo muchos gastos» A ellos les digo lo que mi papá siempre nos dijo, que todos podemos vivir con un poquito menos de lo que ganamos. El que gana 1000 que gaste 900 pero que ahorre 100. El que gana 100 que gaste 90 pero que ahorre 10 o 5 o aunque sea 1. Pero nunca gastar el total de nuestros ingresos.