“Cuida tus monedas, que los billetes se cuidan solos”, dicen que repetía a menudo mi abuelo Tomás. Un consejo que lo aplico en mi presupuesto monetario (o al menos lo intento). Pero, ¿qué pasa con ese otro recurso -aún más valioso que el dinero- el tiempo? Aquí te propongo siete consejos enfocados a ahorrar tiempo, aquellas moneditas de tu tiempo para que luego puedas invertirlo en lo que más te guste.
1) Delegar
No es casualidad que éste sea el primer consejo de la lista. Es el más importante porque si hay algo peor que la falta de tiempo, es tenerlo ocupado en cosas que no te gustan.
Así que, preguntarte cada vez, si alguien más puede hacer esta tarea que acaba de recaer en vos (y que precisamente no te gusta demasiado), debe ser una práctica constante para ganar más tiempo valioso en tu vida.
Aprender a delegar no es fácil, pero es clave para ahorrar tiempo.
2) Pagar Online
Todos aquellos servicios que abonás mensualmente (agua, telefonía, internet, cuotas de colegios, etc.) podés pagarlos mucho más rápida y cómodamente desde la página web de tu banco. Esto te ahorra el tener que ir hasta el lugar y formar filas.
También otros pagos ocasionales, como cuando tenés que pagar algo a la delegada del grado de tu hijo, o abonar la cuenta que tenés con la modista, podés hacerlo a través de transferencias bancarias. En caso de que la otra persona no tenga cuenta bancaria, también se pueden hacer giros de dinero a través de empresas de telefonía desde el homebanking.
3) Débito automático
Una vez que estés haciendo el consejo anterior, si acostumbrás pagar onlinetodas tus facturas, te vas a dar cuenta que igual, ese tiempo en que te sentás en la compucada mes a pagar tus facturas, suma. Sobre todo si un día se te pasa y empezás a acumular deudas por mora. En este caso, el débito automático es la salvación, te ahorrás al máximo el tiempo y te asegurás que se paguen puntualmente tus deudas.
4) Comprar Online
Muchos ya saben de mi obsesión por las compras online, y es que, justamente, una de sus principales ventajas es la del ahorro del tiempo. Por ejemplo, personalmente tengo comprobado que hacer las compras cotidianas del supermercado, a través de internet, me ahorra muchísimo más tiempo que hacerlas de la manera convencional. Como todo, por supuesto, tiene sus ventajas y desventajas, pero en ahorro de tiempo, es lo mejor.
5) Mototaxi
Este tiene mucho que ver con el consejo número uno. Si tenés que enviar un documento firmado a algún lugar, retirar algún producto que compraste online, o buscar urgentemente algo que dejaste olvidado en algún sitio, estos muchachos en moto pueden ser la salvación. Estas tareas simples, que pueden hacerlas otras personas por vos, son las que primero debés delegar.
Aquí lo más difícil suele ser la confianza, no sólo en la honestidad de la persona que puede llegar a transportar dinero y productos valiosos, sino también en la responsabilidad, de que realmente se entreguen en tiempo y forma. Como todo proceso de confianza, sólo es cuestión de empezar de a poco, asignando cada vez tareas más importantes. Así, después de un tiempo ya vas a contar con aliados a la hora de delegar este tipo de envíos.
6) Organizar detalladamente tus salidas
Cuando no podés (o no querés) delegar el hecho de ir a un lugar a comprar o retirar algo, o reunirte con alguien, lo que te recomiendo es que, al organizar tu agenda, agrupes las tareas que involucran un traslado de tu parte, de acuerdo a las zonas a las que debés ir. Por ejemplo: Si sabés que el martes tenés que ir al centro para una reunión, podés revisar qué hay en tu lista de “Cosas para hacer cuando esté en el centro”, y así liquidar varios pendientes de una vez.
7) Llamar antes de salir
Esta es una práctica que me inculcó mi mamá desde chiquita. Ella, con más años de experiencia en esta tierra del “enseguida ya va a estar”, sin importar cuán confirmada esté la cita o lo mucho que juró la empresa que iba a estar listo aquello que mandó hacer, siempre llamaba antes de salir. Si aplicás esto a tu día a día, vas a ver que un “Hola, estoy saliendo para allá ahora a buscar eso que me prometiste”, te puede salvar de muchas esperas indeseadas.
Ahorrar tiempo es clave para nuestra calidad de vida. Muchas veces -como a las monedas- subestimamos aquellos minutos que perdemos formando filas, esperando, o yendo más de una vez al mismo sitio. Planificando un ahorro en estas “moneditas del tiempo”, y aplicando prácticas como estas en tu día a día, vas a tener más de este valioso recurso, para invertirlo en aquello que más te gusta.